Mes: octubre 2018

Lampe y Linera 2 ; Castillo 0

animados
Fuente: http://farodeportivo.cl/racismo-xenofobia-homofobia-solo-es-futbol/ 

Cochabamba fue el escenario. El campeonato de selecciones de exjugadores de fútbol la ocasión y la víctima fue el jugador Iván Castillo.

Dicen las crónicas deportivas, y ojo que solo obtuvo cobertura desde ese contexto, que mientras jugaban equipos de Tarija y La Paz, Castillo fue derribado en el campo y “un” (no identificado) jugador de la banca de la selección de Tarija, de quien solo sabemos que tenía el número 24 en la camiseta, empezó a gritarle e insultarlo con alusiones a su color de piel. Posteriormente, por increíble que parezca, la víctima circunstancial de esos ataques racistas fue “expulsado” de la cancha. 

Tal sería la indignación y la impotencia, que en ese momento lo acometieron que se negó a salir y sin poder contener el llanto exigió que, como dispone la FIFA para esos casos, se suspenda el campeonato, su equipo lo respaldó; sin embargo, el delegado los obligó a continuar bajo amenaza de sanción al seleccionado paceño.  

Son escasas las referencias al incidente y una de ellas dice que al culminar el partido se obligó al agresor a disculparse, con lo que a ese nivel se habría dado por arreglado el problema.  

Castillo no demandará. Imposible culparlo, si según las estadísticas del Viceministerio de Descolonización, de las 167 denuncias recibidas solo este año por actos de racismo y discriminación, apenas el 8 por ciento fueron resueltas. 

¿No deberíamos saber quién es “el número 24”? ¿No deberían sancionarlo por mal deportista y por racismo?  

Mantener su nombre en reserva es una forma de encubrimiento y el silencio de la Federación y de las autoridades también lo es. 

Hace unos días , en conferencia de prensa, el viceministro Cárdenas anunció acciones contra un periodista argentino por comentarios discriminatorios hacia el jugador boliviano Carlos Lampe y también pidió una “sanción ejemplarizadora” contra la responsable de haber escupido al vicepresidente Álvaro García Linera. Será porque fueron casos más “mediáticos” o porque son blancos. 

El saldo de ese match, por ahora, queda más o menos así: conferencias de prensa de viceministros: cero, pronunciamientos del Defensor del Pueblo: cero. Indignación en redes sociales y solidaridad con Iván: cientos, afortunadamente. 

Publicado el 26/10/2018  en: http://www.opinion.com.bo/opinion/articulos/noticias.php?a=2018&md=1026&id=271384

Reivindicación no celebración

apolo

«Dichosos los que saben que el sufrimiento no es una corona de gloria» JLB

 

He pasado varios años intentando explicar a quienes me felicitan el 8 de marzo o el 11 de octubre, por qué estas fechas no son celebraciones- menos aún del hecho fortuito de nacer biológicamente mujer- sino todo lo contrario: son conmemoraciones de hechos luctuosos de denuncia y protesta por las condiciones de desigualdad que vivimos.

Lamentablemente, la explicación no parece ser suficiente, así que ahí vamos otra vez. Es contradictorio felicitarnos en este día por ser “madres, hijas, abuelas o cualquier otra filiación que se establece en relación a un varón, y peor aún si le suman calificativos como: abnegada, sacrificada, etc., que son refuerzos pasivos de la perpetuación de roles y estereotipos determinados por nuestra condición biológica. Suponen que por el hecho de ser mujeres debemos celebrar “el don” de dar vida teniendo hijos y mejor si es en condiciones difíciles, quizás sola o con un marido que te maltrata, trabajando en la casa y fuera de ella, así se justifica lo de abnegada y sacrificada. Es decir, se hace una oda romántica de las condiciones de desigualdad que nos impone el patriarcado.

Entre felicitación y felicitación se esconde y naturaliza la injusticia, incluso en las más “progres” nos llaman “luchadoras, valientes, guerreras, etc” como si fuera un mérito en sí, cuando en realidad no tenemos elección y ya nadie se cuestiona el por qué tenemos que ser valientes, luchadoras y demás. Es decir, el efecto oculta la causa: la discriminación, la violencia, el hecho de que partimos en desventaja y es por eso que debemos esforzarnos y sacrificarnos más que los hombres para llegar al mismo lugar o trabajar el doble para tener que ganar igual que ellos.

“Una mujer superior en elecciones no vota, y vota el pillo peor (permitidme que me asombre) con tal que aprenda a firmar, puede votar un idiota, porque es hombre”, denunciaba Adela Zamudio en sus versos, cuestionando el sistema de privilegios patriarcal y la diferencias existentes entre hombres y mujeres de su época, en pos de la igualdad. Es en homenaje a ella, que Lidia Gueiler instituye la fecha para conmemorar el día de la mujer boliviana y precisamente Zamudio es la que le da el sentido reivindicativo y no festivo a la fecha.

Entonces si usted quiere rendir un sincero reconocimiento a una mujer, no la felicite, sería un gran principio que no use el término feminazi para descalificar nuestras reivindicaciones, más bien dedíquele unos minutos a aprender sobre feminismo, no hable mal de las mujeres ni haga chistes que reproduzcan estereotipos de género, no use la palabra mujer como insulto, acepte un NO por respuesta.

Publicado en Opinión el 12/10/2018: http://www.opinion.com.bo/opinion/articulos/noticias.php?a=2018&md=1012&id=269877