Mes: marzo 2024

Una mirada crítica a la ley

El día de ayer, la gobernación y la organización  Water for people presentaron una ley de gestión responsable del agua en el departamento de Cochabamba la misma que pude revisar y quiero comentar críticamente. 

En términos generales, la ley propuesta adolece de una importante deficiencia: no aborda de manera integral el ciclo y la gestión del agua. A pesar de emplear términos ambientales como conservación o resiliencia, carece de un enfoque preventivo. Por ejemplo, si bien se hace referencia a la promoción de la forestación y reforestación, no se menciona en absoluto la necesidad de prevenir la deforestación, acción crucial para el mantenimiento del ciclo del agua y la preservación del medio ambiente. Este aspecto constituye uno de los problemas más acuciantes en la actualidad.

Otro aspecto que delata la ausencia de comprensión del problema es que propone “realizar el seguimiento del uso eficiente y racional del agua”  a los prestadores de servicio de agua y regantes y no menciona para nada  a mineros ni empresas que usan el agua con fines de lucro y que contaminan y degradan los recursos hídricos.

En cuanto al contenido de la ley, se observa que, aparte de algunas acciones específicas, como la adopción de tecnología para reducir el consumo de agua en las industrias y empresas, no se identifican otras medidas relacionadas con una «gestión responsable». Más bien, parece estar orientada a la gestión de financiamiento y la promoción de acuerdos que faciliten la participación del sector privado en la gestión del agua. 

Por otro lado, la ley claramente excede las competencias departamentales al asignar tareas a los municipios, olvidando su condición de gobiernos autónomos. No corresponde que la gobernación actúe como una autoridad superior y legisle sobre ellos, atribuyéndoles responsabilidades como la identificación e inventario de prestadores de servicios de agua en su territorio.

Lamentablemente, esta ley carece de claridad en cuanto a su objetivo además de coherencia con  las acciones propuestas para alcanzarlo y las personas o instituciones responsables de llevar a cabo dichas tareas. Es un error establecer responsabilidades poco precisas para que las realicen otros y limitarse simplemente a «controlar y fiscalizar».

Publicado por Opinión el 22/03/24 en: https://www.opinion.com.bo/opinion/cecilia-chacon-r/mirada-critica-ley/20240322000052940529.html

Tama, Tucson y los… del teleférico

Tama nació en las calles de Wakayama, Japón, y esta gata rondaba las inmediaciones del tren de Kishi buscando alimento, hasta que el responsable de la estación decidió adoptarla y la nombró jefa de estación honoraria. La felina se hizo famosa rápidamente, recibió una medalla con su nombre y su cargo y además tenía su propia cabina desde donde recibía y saludaba a cientos de pasajeros que acudían a la estación, en muchos casos solo para conocerla, incrementando la demanda y salvando el trabajo de Koyama, su adoptante, y muchos trabajadores más.

El impacto del “trabajo” de Tama no pasó desapercibido para la gerencia, que le confirió oficialmente el título de jefa de estación, retribuyendo sus servicios con comida para gatos. En 2009 se incluyó un “tren Tama” personalizado con caricaturas de la gatita, souvenirs y en 2010 rediseñaron toda la estación para asemejarse a un gato. 

El fenómeno positivo generado ha recibido el nombre de nekonomics (economía del gato). Se estima que la publicidad en torno a Tama inyectó varios millones de dólares para la economía local e incrementó el turismo por lo que la prefectura también la reconoció. Tama murió en 2015 y fue despedida con honores. Tras 50 días de duelo, fue sustituida por Nitama, otra gatita.  

En Porto Alegre, Brasil, los empleados de una sucursal de Hyundai cobijaron a un perro callejero durante la pandemia de COVID y, en corto tiempo, él se ganó el cariño de todos, incluyendo al gerente que, para resguardarlo de volver a la calle, lo “contrató” como consultor de ventas. Esa es la historia de Tucson_prime, nombre inspirado en un modelo de auto de la empresa, el perro que tiene más de 223 mil seguidores y  de quien  sus colegas aseguran que algunos clientes compran carros ahí gracias a él.

Mi teleférico adoptó hace años a decenas de perros callejeros en sus estaciones; sin embargo, hace un tiempo, la actual gerencia se desentendió de esos compromisos institucionales y quiso “trasladar” a cuatro canes que viven en la estación de Sopocachi. Eso es lo que pasa cuando las cosas se hacen por mero cálculo político y no de corazón, más bien la determinación vecinal evitó su desalojo y logró que se les otorgue un lugar a buen resguardo de la gente y la lluvia para reinstalarlos, las vecinas los alimentan, abrigan, pasean y cuidan mientras la empresa se desentiende de cualquier responsabilidad.

Publicado por Opinión el 8/03/2024 en: https://www.opinion.com.bo/opinion/cecilia-chacon-r/tama-tucson-teleferico/20240308000041939192.html